domingo, 3 de febrero de 2013

Carmen Amaya


Carmen Amaya (Barcelona 1913- Bagur, Gerona 1963) se ganó pronto el reconocimiento nacional. Con seis años ya asombraba a la clientela que pululaba por el Barrio Chino barcelonés. Viajará a París y triunfa en Andalucía. Pero es Madrid quien le da el espaldarazo definitivo, ciudad a la que llega en 1935, animada por la familia Sabicas. Había una "miajita" de guasa entre los flamencos asentados en la capital: "¿Una catalana va a saber bailar? ¡Anda ya!". A todos se les cortó el aliento al verla y se convirtieron en incondicionales defensores de Carmen. Tenía 22 años y arrollo. El triunfo la lleva al cine, rodando "La hija de Juan Simón", de segundaría, y protagonizando "Maria de la O" al lado de Pastora Imperio. 

Con el estallido en 1936 de la guerra, Carmen y su troupée marchan a Portugal y, desde allí, a Buenos Aires. Era una familia viajando por el mundo; abuelos, padres, tios y niños. En aquel coliseo, al lado de la gran exhibición de arte puro gitano del clan Amaya, actuaban Antonio Vico, Anita Sevilla, Angelillo ... De entre todos, el público eligió una figura para salir en gira por el país y la América hispana.  Fue Carmen. Y en cada lugar la armó: Chile, Perú, Ecuador, Centroamérica y, finalmente, México, que se convierte en su nueva morada. Iba de guitarrista principal el maestro Sabicas, que interpretaba en cada actuación un par de solos. Carmen y Sabicas se profesaban mutua admiración e indisimulado cariño; por muy poco no hubo boda. En 1940 la contrata Mister Hurok; empieza la aventura "pikinglis"


De la mano de Sol Hurok, en 1941, Carmen arrasa en el Carnegie Hall. La crítica se volcaría con ella: "Una gitana tempestuosa, desbordante de vitalidad" (New York Times); "Una experiencia que rara vez se repite" ((Herald Tribune); "Frenética, rápida, furiosa y relampagueante" (Journal American). El presidente Roosevelt la invita a actuar en La Casa Blanca. Debuta en Broadway, en el musical de Ed Wyn "Ríe, ciudad, ríe". Fue el comienzo de una interminable actividad por multitud de salas neoyorquinas, siendo aclamada por la prensa como"lo más excitante de la escena". Hasta 1945 estuvieron en Estados Unidos, regresando a España por primera vez en 1947.  Continuarán sus presentaciones mundiales con una Carmen reconocida como numero 1 en toda América y Europa. De nuevo con el maestro Sabicas como primer guitarrista registran en Nueva York la joya discográfica "¡Flamenco! Carmen Amaya y Sabicas" con su garrotín, su jaleo canastero y las colombianas. 

Con Pilar López fue pionera del baile en TVE, aunque lamentablemente no ha quedado constancia de ello. Su testamento artístico lo bordó en el cine a las ordenes de Francisco Rovira. Fue una adaptación de "La historia de los Tarantos", de Alfredo Mañas. A decir del autor, se trata de una representación simbólica de las dos Españas, eternamente enfrentadas; sin embargo, para la colectividad fue un "Romeo y Julieta" a lo gitano. Carmen estuvo insuperable, en bailaora y en actriz de importante vena dramática. Se estreno en 1963 y fue seleccionada para un Oscar que, sin duda, se hubiera merecido.


Retirada a descansar en Bagur, Gerona, fallece a los cincuenta años por insuficiencia renal. Se supo que el baile le había regalado años de vida; el tremendo esfuerzo físico diario a que se sometía le servía para limpiar por transpiración las toxinas que sus riñones no filtraban. El respiro fue el fin. "Si no bailo me muero", dijo alguna vez, y no podía ser más verdad. Todo en ella fue impresionante.

No se ha conocido una bailaora con tanta garra y coraje, ímpetu y corazón flamencos a más no poder. Usó pantalón para que se vieran sus movimientos de pies, que la mujer también los tiene; vistió bata de cola. Inolvidable su vuelta quebrada hacía atras, y ese estilo recogido hacía dentro. Carmen Amaya forever.

Extraido del libro "Una Historia del Flamenco" de José Manuel Gamboa

4 comentarios:

  1. Es notable cuando lo que elegimos y queremos nos retroalimenta.
    El segundo video es impresionante.

    Buena semana.

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  2. Ya lo creo, ojO! es una gozada.
    Me alegra saber que disfrutas con el flamenco.
    Igual te digo. Abrazo!

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  3. Venga todos a bailar....
    Tremenda y única Carmen Amaya.
    Muy buen documento Javi.
    Un beos

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  4. Una de nuestras grandes "bailaoras". Lastima que no coindidiera en nuestro tiempo y nos perdierasmos su arte.
    Otro para tí

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