lunes, 8 de agosto de 2011

Tom & Keith



Tom Waits fue uno de los primeros musicos con quienes colaboré a mediados de los ochenta, y no supe hasta mucho tiempo después que él nunca había compuesto con nadie (exceptuando a su mujer, Kathleen). Es un tipo único y encantador, y uno de los compositores más originales que conozco. Siempre tuve la impresión de que seria muy interesante trabajar con él. 

Keith Richards en Life, memorias
 

Tom Waits ...
 Estábamos haciendo Rain Dog. Yo por aquel entonces vivía en Nueva York y me preguntaron si había alguien con quien quisiera tocar en el disco. Y dije "¿Que tal Keith Richards?". Estaba de broma, era como decir Count Basie o Duke Ellington, ya sabes. Chris Blackwell conocía a Keith de Jamaica, así que alguien se puso a hacer llamadas y yo en plan ¡no, no, no! Pero ya era demasiado tarde y, como no, recibimos un mensaje:

"La espera ha terminado. Hagámoslo". 

Así Keith vino a RCA, un estudio enorme de altos techos, con Alan Rogan, su asistente para las guitarras, y unas ciento cincuenta guitarras.

A todo el mundo le gusta la música. Pero lo que andas buscando es que tú le gustes a la música. Y ése pareció que era el caso con Keith. El proceso requiere una cierta cantidad de respeto. Tú no estas componiendo la música, ella te compone a tí. Eres su flauta y su trompeta, eres sus cuerdas.Todo eso queda muy patente con Keith. Es como una sartén hecha con buen metal. Puede calentarse hasta temperaturas muy altas sin quebrarse, solo cambia de color.
Todos tenemos ideas preconcebidas sobre la gente que ya conoces por sus discos, pero la experiencia real, con suerte, resulta mejor. Desde luego, así fue con Keith. Al principio nos olisqueamos un poco moviéndonos en circulo a cierta distancia, como un par de hienas, clavamos la vista en el suelo, luego nos reimos y ya nos pusimos en sintonía. Tiene un instinto infalible, como un depredador. Tocó  en 3 canciones en ese disco.  
"Union Square", "Blind Love" y " Big Black Mariah".
La verdad es que sin lugar a dudas le dio un empujón al disco. No me importaba si se vendía o no.  Para mí ya estaba vendido..



Al cabo de unos años nos encontramos en California, y nos juntábamos todos los días en una pequeña sala que se llamaba Brown Sound, una de esa salas de ensayo sin ventanas y con moqueta en las paredes que huelen un poco a gasoil. Nos pusimos a componer. Tienes que estar muy relajado con alguien para ser capaz de arrojarle cualquier demencia que se te pase por la cabeza, para estar así de cómodo. Recuerdo que un domingo fui con el sermón de un predicador baptista que había grabado en la radio de camino al estudio. ¡El título del sermón era "las herramientas del carpintero! Iba de eso literalmente, de un carpintero que va con todas esas herramientas a cuestas... Nos estuvimos riendo de aquello durante un buen rato. Keith me puso una versión que tenía de "Jesus Love Me" cantada por Aaron Neville, algo que había cantado a capella en un ensayo. Vamos, que le gustan los diamantes en bruto, la música zulú, lo arcano, lo oscuro, lo imposible de meter en ninguna categoría musical. 
Escribimos muchas canciones, entre ellas Good Dogwood" y "Motel Girl"...

Y allí fue donde compusimos "That Feel", tema que incluí en 
Bone Machine (1992)

3 comentarios:

  1. Me gustó la guitarra del primer video.
    Lindo para después del laburo.

    Hasta otra!

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  2. The Keith guitar!!
    Me gusta que te guste!

    Nos leemos!

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  3. Qué dupla extraordinaria!!
    Emociona escucharlos!

    Besos.

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